El período de latencia se desarrolla entre los 6 y 8 años de edad de los niños de ambos sexos y se caracteriza por ser una etapa donde hay mucho interés por desarrollar las actividades escolares, los deportes, los pasatiempos y desarrollar amistades del mismo sexo.
Es el período donde se renuncia a lo familiar y a las personas queridas y se generan profundos cambios, ya que se fortalece el sentimiento de filiación con chicos de su mismo sexo.
Es una etapa de muchos cambios, inquietudes, inseguridades, desequilibrios y angustias que asaltan al niño por los fuertes impulsos que hacen tambalear el precario equilibrio de su personalidad en la búsqueda por descargarlos. Hay un permanente CONFLICTO ENTRE SUS DESEOS Y LAS PROHIBICIONES y busca nuevas maneras de canalizar el impulso y así terminar de insertarse en la sociedad. Los chicos tienen un trabajo arduo y doloroso .
EXISTEN DOS ETAPAS DURANTE ESTA PERÍODO DE LATENCIA :
1. La latencia temprana va desde los 6 a los 7 años. Hay fragilidad en el equilibrio emocional, hay angustia frente a los impulsos y una lucha por controlarlos y por limitar la descarga de ellos. Trata de lograr un delicado equilibrio entre lo prohibido y lo permitido, lo ansiado y lo posible, lo placentero y lo displacentero, es consciente de sus dificultades y sufrimientos y se encuentra en estado de alerta casi contínuo.
El latente temprano tiene escasa tolerancia a su propia crítica y a la crítica de los demás. Esto le provoca angustia, desaliento, pérdida de la autoestima, identidad debilitada o conducta impulsiva. Oscila entre el acatamiento (con vivencia de sumisión) y rebeldía (con sentimientos de culpa).
El niño de esta edad comienza a establecer prohibiciones, a veces a pares, hermanos o niños menores con el propósito de hacer activo lo sufrido pasivamente. Adecuarse a las prohibiciones e incorporarlas le hace sentir rabia y humillación por la subordinación, buscando la revancha en la acción con los demás. En otros casos realiza limitaciones a adultos, sobretodo a los padres, como un modo de ejercer sus derechos y buscando consolidar su identidad; esto se ve cuando pone carteles en la puerta de su cuarto como: “ssshhhh no aga ruido, repito no moleste”.
2. La latencia tardía ocurre a los 8 años. Su mayor deseo es : Renunciar a la conducta impulsiva y para ello tiene una vuelta hacia adentro, que lo torna más reflexivo, aumentando el diálogo interiorizado y el fantasear. Y también se nota un aumento de lo verbal. Inhibe la conducta, inicia el aislamiento, controla la motricidad y esta es la vía para acceder al aprendizaje y se posibilita la atención, concentración y la inserción en las tareas escolares. Este logro está basado en la interiorización de una figura aseguradora y permisiva que posibilite la reflexión. Necesita tener una figura aseguradora, tolerante, permisiva, que le permita confiar; que contenga sus angustias, que lo comprenda y que no le inserte más angustias.
En esta etapa hay mayor fluidez verbal, mayor autonomía, mayor equilibrio emocional, menor temor al desborde de impulsos. Amplía el conocimiento.
Hay aumento de la fantasía, del ensueño durante el día, hay un mayor distanciamiento de los padres y adquiere mayor importancia el grupo de amigos. En el juego predomina el desplazamiento, el ingenio y la habilidad más que la fortaleza.
El ensueño de día, el fantasear lo transporta a otro mundo , lo alivia de sus heridas, funciona como una posta que le permite recuperarse.
EL CAMINO DE LOS PADRES.-
Deben promover y aceptar el camino hacia la autonomía y aceptar el cambio. Debe renunciar al dominio del hijo y al deseo de no cambio. Debe promover el pensamiento independiente, que es el único camino hacia una diferenciación del hijo con respecto al padre. Ambos padres deben respetar las mismas normas.
El niño latente necesita tener una figura aseguradora, tolerante, permisiva, que le permita confiar; que contenga sus angustias, que lo comprenda y que no le inserte más angustias.
¿ CONDUCTA SALUDABLE ?
DEPENDENCIA
AUTONOMIA
. Los demás trabajan por él. Prefiere que los demás trabajen por él.
. Se vale por sí mismo.
. La capacidad de esfuerzo está limitada. Todo le cuesta, no se construye el hábito, la rutina.
. Aprende a esforzarse con naturalidad, no le cuesta, se forma el hábito.
. No diferencia entre lo que está permitido y lo que no. No incorpora normas, las elimina.
. Diferencia entre lo que está permitido y lo que no con claridad. Incorpora las normas y las respeta .
. No tiene un orden, todo lo pierde, no sabe dónde está, es muy desordenado. Es muy ansioso.
. Tiene un orden, una organización interna y externa. Es ordenado, se encuentra tranquilo.
CARACTERISTICAS DE LA PERSONA DEPENDIENTE.-
. No saben quiénes son, no saben lo que quieren. No tiene noción de sus fronteras.
. Coexiste lo interno y lo externo, lo bueno – lo malo, el yo - el no yo, lo justo y lo injusto, lo mío y lo tuyo, a la vez. No hay una diferenciación. No tiene una organización interna.
ROSARIO ARMERO
Es el período donde se renuncia a lo familiar y a las personas queridas y se generan profundos cambios, ya que se fortalece el sentimiento de filiación con chicos de su mismo sexo.
Es una etapa de muchos cambios, inquietudes, inseguridades, desequilibrios y angustias que asaltan al niño por los fuertes impulsos que hacen tambalear el precario equilibrio de su personalidad en la búsqueda por descargarlos. Hay un permanente CONFLICTO ENTRE SUS DESEOS Y LAS PROHIBICIONES y busca nuevas maneras de canalizar el impulso y así terminar de insertarse en la sociedad. Los chicos tienen un trabajo arduo y doloroso .
EXISTEN DOS ETAPAS DURANTE ESTA PERÍODO DE LATENCIA :
1. La latencia temprana va desde los 6 a los 7 años. Hay fragilidad en el equilibrio emocional, hay angustia frente a los impulsos y una lucha por controlarlos y por limitar la descarga de ellos. Trata de lograr un delicado equilibrio entre lo prohibido y lo permitido, lo ansiado y lo posible, lo placentero y lo displacentero, es consciente de sus dificultades y sufrimientos y se encuentra en estado de alerta casi contínuo.
El latente temprano tiene escasa tolerancia a su propia crítica y a la crítica de los demás. Esto le provoca angustia, desaliento, pérdida de la autoestima, identidad debilitada o conducta impulsiva. Oscila entre el acatamiento (con vivencia de sumisión) y rebeldía (con sentimientos de culpa).
El niño de esta edad comienza a establecer prohibiciones, a veces a pares, hermanos o niños menores con el propósito de hacer activo lo sufrido pasivamente. Adecuarse a las prohibiciones e incorporarlas le hace sentir rabia y humillación por la subordinación, buscando la revancha en la acción con los demás. En otros casos realiza limitaciones a adultos, sobretodo a los padres, como un modo de ejercer sus derechos y buscando consolidar su identidad; esto se ve cuando pone carteles en la puerta de su cuarto como: “ssshhhh no aga ruido, repito no moleste”.
2. La latencia tardía ocurre a los 8 años. Su mayor deseo es : Renunciar a la conducta impulsiva y para ello tiene una vuelta hacia adentro, que lo torna más reflexivo, aumentando el diálogo interiorizado y el fantasear. Y también se nota un aumento de lo verbal. Inhibe la conducta, inicia el aislamiento, controla la motricidad y esta es la vía para acceder al aprendizaje y se posibilita la atención, concentración y la inserción en las tareas escolares. Este logro está basado en la interiorización de una figura aseguradora y permisiva que posibilite la reflexión. Necesita tener una figura aseguradora, tolerante, permisiva, que le permita confiar; que contenga sus angustias, que lo comprenda y que no le inserte más angustias.
En esta etapa hay mayor fluidez verbal, mayor autonomía, mayor equilibrio emocional, menor temor al desborde de impulsos. Amplía el conocimiento.
Hay aumento de la fantasía, del ensueño durante el día, hay un mayor distanciamiento de los padres y adquiere mayor importancia el grupo de amigos. En el juego predomina el desplazamiento, el ingenio y la habilidad más que la fortaleza.
El ensueño de día, el fantasear lo transporta a otro mundo , lo alivia de sus heridas, funciona como una posta que le permite recuperarse.
EL CAMINO DE LOS PADRES.-
Deben promover y aceptar el camino hacia la autonomía y aceptar el cambio. Debe renunciar al dominio del hijo y al deseo de no cambio. Debe promover el pensamiento independiente, que es el único camino hacia una diferenciación del hijo con respecto al padre. Ambos padres deben respetar las mismas normas.
El niño latente necesita tener una figura aseguradora, tolerante, permisiva, que le permita confiar; que contenga sus angustias, que lo comprenda y que no le inserte más angustias.
¿ CONDUCTA SALUDABLE ?
DEPENDENCIA
AUTONOMIA
. Los demás trabajan por él. Prefiere que los demás trabajen por él.
. Se vale por sí mismo.
. La capacidad de esfuerzo está limitada. Todo le cuesta, no se construye el hábito, la rutina.
. Aprende a esforzarse con naturalidad, no le cuesta, se forma el hábito.
. No diferencia entre lo que está permitido y lo que no. No incorpora normas, las elimina.
. Diferencia entre lo que está permitido y lo que no con claridad. Incorpora las normas y las respeta .
. No tiene un orden, todo lo pierde, no sabe dónde está, es muy desordenado. Es muy ansioso.
. Tiene un orden, una organización interna y externa. Es ordenado, se encuentra tranquilo.
CARACTERISTICAS DE LA PERSONA DEPENDIENTE.-
. No saben quiénes son, no saben lo que quieren. No tiene noción de sus fronteras.
. Coexiste lo interno y lo externo, lo bueno – lo malo, el yo - el no yo, lo justo y lo injusto, lo mío y lo tuyo, a la vez. No hay una diferenciación. No tiene una organización interna.
ROSARIO ARMERO